Dicen que la revolución industrial puede dividirse en 3 periodos de
acuerdo a cuales fueron sus avances tecnológicos mas importantes… desde
la maquina a favor, pasando por el ferrocarril al transporte
transatlántico posibilitado por los nuevos barcos impulsados a carbón.
De un mismo modo el siglo XX vio surgir una revolución en las
comunicaciones de la mano de las nuevas tecnologías. Primero la
radio, seguida de la televisión y culminando con la computadora conectada a
la red de redes.
El mundo de la literatura se ha revolucionado con la invención de los primeros formatos portables
capaces de leer libros electrónicos, estos fueron los primeros "ebook
reader" (o lectores de libros digitales). Pero, la
industria del libro, que venía sufriendo desde hacía un tiempo a esta parte,
recibió un golpe certero por parte de esta nueva forma de acercarse al
libro. Un libro que ya no esta en negro sobre blanco, que no es un
soporte físico sino inmaterial, un concepto incluso filosófico; ya
importa poco el soporte sino más bien el contenido y su facilidad de
ser compartido, distribuido, de llegar a sus lectores. En Relación a esto último, la periodista Julie Bosman del diario "the New York Times", escribe en un artículo reciente que "la era del libro electrónico ha acelerado el metabolismo de la
producción editorial. Los autores que en una época escribían un libro al
año en la actualidad producen cuentos cortos, novelas o hasta un libro
extra completo cada año". De este modo "los lectores se han acostumbrado a
descargar instantáneamente cualquier e-book que quieran, y los editores
empujan a los autores hacia una mayor productividad en la creencia de
que mientras más se manejen sus nombres en público, se convertirán en
mayores estrellas". Agrega "los editores dicen que un relato corto, que salga al mercado de seis a
ocho semanas antes de que salga un gran libro de pasta dura, puede
atraer a nuevos lectores quienes podrían estar dispuestos a pagar 99
centavos de dólar por un relato, pero mostrarse reacios a gastar 14
dólares por un e-book o 26 dólares por un libro de pasta dura. Eso
puede traducirse en mayores ventas prepedido para la novela y hasta un
incremento en las ventas de libros más antiguos del autor."
Es Amazon, empresa estadounidense, la punta de lanza de
esta nueva forma de comerciar con el saber. Además de distribuir y
cobrar por ello, copias digitales de libros y revistas, fue la primera en
comercializar de forma masiva un lector de libros digital; el Kindle de
Amazon, que ya ha recibido 4 renovaciones en lo que va de su breve
historia. Estas nuevas enciclopedias portables cuentan con
varias ventajas indiscutibles frente a un tablet o notebook. Al ser de
tinta electrónica no cansan la vista, su pantalla casi no refleja la luz
solar y tienen una duración de batería 10 veces mayor; lo cual
posibilita cientos de horas de lectura interrumpida.
La Internet constituyo un hito indiscutible
en tanto hablamos de distribución de información. Surgió fundamentalmente
como un proyecto de divulgación científica y de conocimiento entre
universidades estadounidenses. Posteriormente con su masificación;
usuarios de todo el mundo pudieron acceder a grandes cantidades de
información actualizada minuto a minuto, paso fundamental para la distribución descentralizada de saberes a través de
"subidas" de libros, cursos, capacitaciones online, etc.
Pero no terminó todo allí, hoy día, vemos y utilizamos diariamente las nuevas tecnologías como herramientas de comunicación y adquisición rápida de información; con un teléfono celular podemos acceder a la red en instantes, buscar información de manera rápida, sencilla y eficaz, además de compartirla del mismo modo.
El mundo de la literatura se ha revolucionado con la invención de los primeros formatos portables
capaces de leer libros electrónicos, estos fueron los primeros "ebook
reader" (o lectores de libros digitales). Pero, la
industria del libro, que venía sufriendo desde hacía un tiempo a esta parte,
recibió un golpe certero por parte de esta nueva forma de acercarse al
libro. Un libro que ya no esta en negro sobre blanco, que no es un
soporte físico sino inmaterial, un concepto incluso filosófico; ya
importa poco el soporte sino más bien el contenido y su facilidad de
ser compartido, distribuido, de llegar a sus lectores. En Relación a esto último, la periodista Julie Bosman del diario "the New York Times", escribe en un artículo reciente que "la era del libro electrónico ha acelerado el metabolismo de la
producción editorial. Los autores que en una época escribían un libro al
año en la actualidad producen cuentos cortos, novelas o hasta un libro
extra completo cada año". De este modo "los lectores se han acostumbrado a
descargar instantáneamente cualquier e-book que quieran, y los editores
empujan a los autores hacia una mayor productividad en la creencia de
que mientras más se manejen sus nombres en público, se convertirán en
mayores estrellas". Agrega "los editores dicen que un relato corto, que salga al mercado de seis a
ocho semanas antes de que salga un gran libro de pasta dura, puede
atraer a nuevos lectores quienes podrían estar dispuestos a pagar 99
centavos de dólar por un relato, pero mostrarse reacios a gastar 14
dólares por un e-book o 26 dólares por un libro de pasta dura. Eso
puede traducirse en mayores ventas prepedido para la novela y hasta un
incremento en las ventas de libros más antiguos del autor."
Si bien
es verdad que en Internet se encuentra por millares ejemplares de
libros gratuitos, sin derechos de autor, también hay espacio, como no
podría ser de otra forma, para una naciente industria de contenido del
libro digital.
Es Amazon, empresa estadounidense, la punta de lanza de
esta nueva forma de comerciar con el saber. Además de distribuir y
cobrar por ello, copias digitales de libros y revistas, fue la primera en
comercializar de forma masiva un lector de libros digital; el Kindle de
Amazon, que ya ha recibido 4 renovaciones en lo que va de su breve
historia. Estas nuevas enciclopedias portables cuentan con
varias ventajas indiscutibles frente a un tablet o notebook. Al ser de
tinta electrónica no cansan la vista, su pantalla casi no refleja la luz
solar y tienen una duración de batería 10 veces mayor; lo cual
posibilita cientos de horas de lectura interrumpida.
Si compararíamos el formato tradicional de libro con los nuevos, la disputa se vuelve aún más polémica.
Los hay apocalípticos e integrados, diría Eco, quienes creen que leer un
ebook en un lector digital es una blasmefia y los detractores o mas
bien traidores del papel, que sostienen que el libro tal cual se conoce a
llegado a su fin; dando paso al progreso indefinido. Los invitamos a ver el siguiente video para poder reflexionar sobre las nuevas tecnologías:
Por demás esta decir que esta nota no pretende ser más que informativa,
no más que un breve acercamiento a la temática, y por lo mismo no nos meteremos en asuntos que son más grandes. Por último, tanto el E-book como el libro tradicional son dos formas de acceder a la literatura y a la información, la eleccion de uno de los dos o de ambos, es cuestión personal, en este sentido, consideramos que ninguno es mejor que el otro. ¿que opinan ustedes? Esperamos que les haya
servido.
muy interesante si nos cuesta de tenernos a leer un libro la tecnologia nos ofrece otro medio para no dejar de leer.
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